domingo, 8 de enero de 2012

POLLO AL HORNO CON PATATAS A LO POBRE

Creo que ésta es una de esas comidas que gusta a toda la familia… El pollo, por su sabor suave es una de las carnes que más gusta a los mayores y a los peques, además contiene muchas proteínas, minerales y vitaminas.
Habitualmente lo acompaño con unas patatas y pimientos fritos, pero hoy he preparado de acompañamiento unas exquisitas patatas a lo pobre.
Estas patatas están tan ricas que creo que ese nombre no les hace justicia, aunque así es como se conocen en muchos puntos de Andalucía. Se pueden tomar solas, como acompañamiento a un plato de carne, como en el caso de esta receta, o si se quiere un plato redondo, sólo hay que freír un par de huevos y estrellarlos encima.
Una curiosidad: el pollo se comenzó a domesticar en el valle del Indo, un río de Asia meridional, hace unos 4.500 años, y desde allí pasó a Persia y se fue extendiendo gracias a los intercambios comerciales por el resto del mundo.

Ingredientes:
Para el pollo al horno:
1 pollo
1 cebolla
5 dientes de ajo
1 limón
aceite de oliva virgen extra
vino blanco
tomillo
sal y pimienta.
majado de ajo, perejil y azafrán.
Para las patatas a lo pobre:
3-4 patatas medianas
1/2 cebolla
1 pimiento verde
3-4 dientes de ajo
aceite de oliva virgen extra
sal

Elaboración:
Trocear el pollo separando los 2 muslos y las dos pechugas, dejándole la piel. Hermosear las piezas eliminando en lo posible la grasa. Salpimentar.

Untar de aceite una bandeja de horno y colocar las piezas de pollo en ella con la piel hacia abajo. Poner por encima y alrededor la cebolla cortada en juliana y los dientes de ajo pelados y troceados (en 3 ó 4 trozos), esparcir varias ramitas de tomillo, acomodar entre las piezas unas rodajas de limón. Regar con el vino y el majado de ajo, perejil y azafrán al que añadimos un poco de agua.

Introducir en el horno precalentado a 200º durante una hora. A mitad de la cocción dar la vuelta a las piezas y regarlas con la salsa. Si en este momento le faltara caldo, añadir un poquito de agua.

Mientras tanto haremos las patatas a lo pobre. Para ello, ponemos un chorreoncito de aceite de oliva virgen extra en el fondo de una sartén, como cuando vamos a hacer una tortilla de patatas o un poquito más. Se añaden la cebolla troceada, los pimientos también troceados, los dientes de ajo enteros sin pelar, haciéndole una rajita, y las patatas, cortadas en láminas, como cuando se va a hacer tortilla de patatas.

Se sazonan con un poco de sal, se dejan a fuego bajo y se tapan para controlar mejor la cocción y evitar que se quemen. Su propia agua y el vapor que suelta la verdura hace que se cocinen sin necesidad de mucho aceite.

De vez en cuando se mueven con un poco de cuidado, para evitar que queden convertidas en un puré, y cuando esté todo bien pochado, se sube el fuego, para dorarlas un poco y así terminar de hacerlas.

Transcurrido el tiempo de horneado, servir las piezas de pollo, a gusto de los comensales, acompañándolas con las patatas a lo pobre.

Buen provecho.